sábado, 6 de julio de 2013

Un despertar amnésico


Desperté en la farmacia derramando sangre
con una bolsa de basura repleta de billetes
un par de heridas prolijas
y plomo por doquier,
trataba de conservar la calma
y caminar los más derecho posible.
Desde las callejas de pastillas
una enfermera sonreía
y me llamaba con un dedo sugerente,
era la mujer más hermosa y blanca
que había visto en mi vida.
Decidí que lo mejor era acostarme
y mirar el techo del lugar,
hacia mucho que andaba cansado.
entre parpadeos y fundidos,
en una velocidad fragmentada
la modelo entro en el plano fijo
mientras lloraba, su boca trataba de decirme algo,
creo que gritaba, pero no podía escucharla,
tenía la impresión de conocerla de toda una vida
quise decirle algo
que si me sacaba de esta
podíamos hacerla juntos
irnos lo más lejos posible
un viaje,
a México quizás
y tomar una TKT
en el algún pueblo perdido del desierto
pero solo salía sangre de mi boca,
y los fundidos eran más
prolongados y negros,
en la última imagen
la veía muy cerca de mí
casi dándome
el beso de las buenas noches.


Pazs 2005